El acné es un trastorno de la piel que se produce cuando los folículos se obstruyen con grasa y células muertas. Puede estar relacionado con la actividad hormonal, así como por una producción excesiva de grasa de las glándulas sebáceas. Se trata de un problema que no solo afecta a los más jóvenes y que además puede dar lugar a problemas psicológicos y malestar en los casos más graves.
Conseguirás una piel más limpia y uniforme al prevenir el acné combatiendo la proliferación de las bacterias que lo provocan. Reducirá el exceso de granos y espinillas. Conseguiremos también atenuar y reducir las cicatrices y lesiones.
Acné por etapas:
Lo primero que debemos recordar es que las causas del acné severo son varias. No es algo que solo afecte a pieles jóvenes o durante etapas adolescentes. De hecho, entre las causas principales están los desequilibrios hormonales provocados por la edad, la tensión emocional… Incluso el estrés o el trabajo que desempeñes pueden provocarlo. Si nos centramos en las etapas de la vida podemos dividirlo en tres grandes bloques: adolescencia o juvenil, acné adulto a partir de los 30, y a partir de los 50, más conocido como acné senior.
Tratamiento del acné juvenil
Con el término acné se agrupan un conjunto de enfermedades caracterizadas por la obstrucción e inflamación crónica del folículo pilosebáceo. Sin duda, la más frecuente es el acné vulgar o juvenil, ya que aparece en el 85% de los jóvenes entre los 15 y 19 años. Las lesiones del acné se localizan en las zonas donde las glándulas sebáceas son más numerosas, a excepción del cuero cabelludo, apareciendo por tanto en el rostro y en menor proporción en espalda, hombros y pecho.
El cuadro clínico está constituido por diferentes tipos de lesiones acneicas: seborrea, comedones, pápulas, pústulas, nódulos, quistes y cicatrices. En el acné vulgar, también llamado polimorfo, pueden coexistir todas ellas. Los objetivos que se persiguen en el tratamiento de esta enfermedad son:
- Regular la seborrea
- Evitar la obstrucción del folículo
- Disminuir la población bacteriana
- Evitar las cicatrices
- Una higiene adecuada contribuye al éxito terapéutico
Existen múltiples tratamientos de tipo físico para mejorar las lesiones activas, las secuelas cicatriciales y las hiper e hipopigmentaciones residuales, de tanta repercusión estética para el paciente. Es fundamental combatirlo con un tratamiento para el acné que recupere y restaure la funcionalidad celular de la piel. Además, necesitamos que intensifique el metabolismo celular, y provoque la formación de nuevo tejido. Actúa a nivel intradérmico y consigue resultados en pieles asfixiadas, con manchas, cicatrices o acné severo. Gracias al Bio-peeling con el que trabaja acelera del proceso de regeneración, los cambios fisiológicos de la epidermis se aceleran. Conseguimos oxigenar e hidratar mejoran la circulación y estimulan la renovación celular particularmente en su nivel de queratina. La luz led azul (antibacteriana) se encarga de activar el proceso de renovación celular y mejora la textura de la piel en profundidad. Con una mascarilla calmante y descongestiva, correcta hidratación y masajes finaliza el tratamiento.
Tratamiento para acné a los 30
Se ha convertido en un problema cada vez más frecuente. Afecta a mujeres y también a algunos hombres. Incluso puedes padecerlo, aunque no lo hayas sufrido en la adolescencia. Y como en el caso de los jóvenes, también afecta a la autoestima y a sus relaciones sociales. Y puede aparecer no solo en el rostro sino también en pecho, hombros y espalda. Allí donde hay más glándulas sebáceas.
En el caso del rostro preocupa, además, cómo eliminar las marcas de acné. Se localizan sobre todo en barbilla, la zona que refleja los efectos causados por las alteraciones hormonales. Son granos internos, dolorosos y producen incluso quemaduras a nivel externo. Al doler la tentación es tocarlos, algo que debes evitar siempre, ya que posteriormente pueden quedarte marcas de acné.
Las causas de este acné son varias. Desde factores genéticos, hereditarios, hormonales, uso de productos inapropiados. Uno de los errores más comunes es saltarse la fase de limpieza, mañana y noche, o emplear maquillajes demasiado oclusivos o cosméticos inapropiados. Si dejamos residuos, células muertas, toxinas, las bacterias encontrarán su mejor caldo de cultivo. No olvidemos que el tabaco tampoco ayuda. Y que el estrés está detrás de muchos de los brotes de acné adultos.
Tratamiento para acné a los 50
Con la llegada de la menopausia se disparan los casos de acné severo en piel adulta. De hecho, una de cada tres mujeres padece alteraciones en la piel a esta edad. Desciende el nivel de estrógenos y progesterona. Lo que provoca desequilibrios hormonales que a veces activan las glándulas sebáceas, responsables de producir grasa y en estos casos de disparar el acné.
Si a esto sumamos que la piel en esta etapa reduce su capacidad de generar colágeno y retener el agua necesaria, la piel se afina y se debilita. Es su mecanismo para defenderse de los daños externos a los que está expuesta. Y no olvides los temidos sofocos con sus brotes de calor y sudor que no ayudan a la hora de mantener limpios y liberados los poros.
Como beneficio del tratamiento antiacné conseguirás una piel más limpia y uniforme, combatiendo la proliferación de las bacterias que lo provocan. Reducirá el exceso de granos y espinillas. Conseguiremos también atenuar y reducir las cicatrices y lesiones ocasionadas en el pasado